sábado, 12 de marzo de 2011

El comienzo...

Transcurría el mes de octubre.. época de invierno..., se caracteriza por ser muy frío en mi país...

En los primeros días de ese mes me realicé en una clínica privada un ultrasonido de mamas  como rutina y ante la alerta de tanta insidencia de ese cáncer, cuando el aparatito del ultrasonido pasaba por mi externón sentía una sensación extraña, como de dolor agudo pero pensé que era parte del procedimiento;  aunque llama mi atención ya que las veces anteriores, me realizo este exámen una vez por año, no me había causado molestias.

Me entregaron el resultado y salió bien, también me realice un exámen de sangre e igualmente los items estaban dentro de los rangos, por lo que me voy tranquila para mi casa.

Luego sabría, ante la molestia que sentía en el esternón, se me estaban asomando síntomas de que me iba a sobrevenir algo.

En efecto a los pocos días me comenzó un resfrío, como la mayoría de nosotros ante estos síntomas comunes, aplico primero "curas caseras", que antes me había dado resultado y/o medicamentos que se adquieren incluso en el supermercado, y como además siempre versa que "una gripe con o sin medicamentos se prolonga por aproximadamente 7 días", entonces tomé algo para que me fuera más leve.

Pasaron los 7 días y mi estado parecía empeorar, además de que como dije anteriormente el clima estaba muy frío, el mes de octubre llueve mucho, y casi sin premeditarlo la lluvia me cubrió pasando de un sitio a otro, por lo que tme sobrevino una recaída de la gripe, si es que me estaba recuperando; fue a ello que atribuí que me empeoró los síntomas , entonces,  acudo a una farmacia, con mucha tos y dolor en el externón, al escuchar el profesional farmacéutico la tos y ponerme aparatos en la espalda para escuchar , también me toma la presión, es por lo que me receta jarabe y pastillas para el pecho por 8 días, pues considera es un resfrío.

Pasaron 20 días y terminaba los medicamentos enviados por el farmacéutico, los síntomas persistían y parecía empeorar, se me sumaba un dolor agudo en el brazo derecho, no podía hablar pues acudía un ataque de tos, sentía debilidad general, sudaba copiosamente en la noche de los hombros hacia la cabeza, casi no podía dormir , por lo que debía hacerlo semisentada ya que además de dificultarseme el respirar, no podía poner la espalda en la cama porque me producía cierto dolor; al caminar me daba el ahogamiento aún en una distancia corta, las encías me sangraban al cepillarme los dientes; ante todo esto acudo a  una Clínica Privada en busca de un diagnóstico y medicamentos más certeros. La doctora que me examina y  en base a otro exámen de sangre, dictamina que es un  resfrío y me receta más jarabes y más pastillas por 7 días más.

Ya casi un mes y cada vez peor. Transcurría el día sábado y medito que debo hacer algo más por mi salud., solo me quedaba el hospital de la Seguridad Social, que para algunos pacientes no tienen una buena atención, más que todo porque hay que esperar durante horas en emergencias para ser atendido y esperar   como enfermo entre tantas otras personas igual o más enfermas. Hago incapié aquí que hoy soy de los pacientes que agradece el servicio y la atención por la mayoría de los profesionales, que he recibido en la Seguridad Social.

Volviendo al tema, el domingo 4 de noviembre, día en que ya no podía casi moverme, con mucha tos, dolor de espalda, me encontraba sola pues la familia por separado estaba en diferentes actividades, yo no había asistido con ninguno por no sentirme en condiciones, a las 3p.m luego de dejar los quehaceres al día en mi casa, pues presentía  por mi estado me dejarían internada en el hospital,  tomo valor para salir a abordar un taxi a la calle principal y dirigirme al hospital.

luego continúo...


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